04 enero 2022

El gobierno municipal de 1930

 El 3 de abril de 1979, tras el refrendo mayoritario del pueblo español a la Constitución de 1978, se celebraron elecciones municipales. Los españoles pudieron volver a ejercer su derecho al voto y elegir a sus representantes más cercanos, así como ser elegidos para constituir los primeros gobiernos municipales democráticos.

Han pasado más de cuarenta años y una gran parte de la población no ha conocido otro sistema para la configuración de los gobiernos municipales. Hoy en día resulta tan natural asistir cada cuatro años a depositar el voto que casi hemos olvidado que no siempre fue así y como ilustración voy a analizar lo ocurrido en 1930, un año clave en la historia de España pues supone la transición entre la dictadura del general Primo de Rivera y la proclamación de la II República, fruto precisamente de unas elecciones municipales, las celebradas el 12 de abril de 1931. 

Hay que recordar que Alfonso XIII asume la corona de España, a los dieciséis años de edad, en 1902 y sus primeros veinte años de reinado se caracterizan por ser un periodo constitucional que se rompe con la dictadura que nace fruto del golpe de estado del capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, el 13 de septiembre de 1923, y que dura hasta la dimisión de éste, el 28 de enero de 1930, y su sustitución por  la "dictablanda" del general Dámaso Berenguer. 

El sistema político en España al comenzar el siglo XX era una Monarquía liberal aunque no democrática. Seguía vigente la Constitución de 1876 en la que el rey compartía el poder legislativo con unas Cortes bicamerales. Desde 1890, en España existía el sufragio universal masculino en un sistema parlamentario ficticio basado en el turno entre dos partidos: el conservador y el liberal. Pero este turno de partidos no era decidido por el parlamento sino por el monarca que otorgaba su confianza a un líder político que debía formar gobierno y  después convocar elecciones a Cortes. Como consecuencia, perduraban características que lo vinculaban al Antiguo Régimen. Así el cacique (el rico del pueblo o el cura) era quien controlaba la administración y ejercía el monopolio de la vida pública e, incluso, podía sustituir a los programas políticos de los partidos que apenas tenían influencia. En el sistema caciquil la dependencia de unas personas hacia otras se imponía por encima de la legislación. Cuando se iban a celebrar elecciones los políticos tenían que negociar con los caciques para que éstos aceptaran al candidato oficial propuesto.

Las elecciones nunca eran veraces y siempre las ganaba el partido que estaba en el poder, por lo que tenía mucha importancia que el monarca concediera el decreto de disolución de las Cortes a uno u otro de los partidos del turno.

Se puede considerar que en el año 1914 se inicia la crisis de la monarquía constitucional de Alfonso XIII con la descomposición y fragmentación de los partidos conservador y liberal. Los gobiernos fueron inestables y se vieron dominados por los acontecimientos. A un importante crecimiento económico se unió el recrudecimiento de las tensiones sociales y de la protesta obrera por el encarecimiento de los productos básicos. Y el desastre militar de la guerra de Marruecos provocó la impopularidad de los gobernantes y el enfrentamiento de las clases populares contra el sistema político. 

La inestabilidad gubernamental que se produjo fue la justificación que utilizó Primo de Rivera para su golpe de estado y uno de los propósitos que se marcó fue regenerar la vida municipal y acabar con el caciquismo.

Para la tarea de reformar el sistema jurídico-administrativo que debía regir los nuevos ayuntamientos, elige a un joven abogado, José Calvo Sotelo, político conservador procedente del maurismo, al que pone al frente de la Dirección General de Administración Local. Éste configura un equipo de exmauristas y católicos de derechas, entre los cuales estaban José María Gil Robles, Jospe Pi y Suñer, Luis Jordana de Pozas y otros, y elaboran el Estatuto Municipal de 1924 y el Estatuto Provincial de 1925, con el que prometían la democratización de los ayuntamientos, cosa que no se produjo puesto que nunca se celebraron elecciones. 

Tras la dimisión del general Primo de Rivera, el 17 de febrero de 1930, se publica en la Gaceta de Madrid el Real Decreto nº 523, de 15 de febrero, en el que se establece que el 25 de febrero cesarían en sus funciones, finalizando su cometido, todos los Alcaldes, Tenientes de Alcalde y Concejales de los Ayuntamientos de la Nación, los cuales serían reemplazados por los que resultasen designados según las disposiciones que dicha normativa disponía.

En el caso de Estepona, en cumplimiento de dicho Real Decreto, se procede a la configuración del nuevo Ayuntamiento, tal como se recoge en las actas que figuran en el Archivo Histórico Municipal (Sign. L-01098): 

«En la Villa de Estepona a veinticinco de febrero de mil novecientos treinta, siendo las diez de la mañana, presente el Sr. Alcalde D. Antonio López Chacón, y asistido de mi el Secretario, reunidos en el salón de sesiones de esta Casa Capitular y al objeto de dar cumplimiento al artículo 9º del Real Decreto 15 del actual, publicado en la Gaceta del 17, y a la vista de las últimas listas de mayores contribuyentes, formadas por este Ayuntamiento, correspondientes al año 1929 aprobadas por el Ayuntamiento Pleno en sesión de 31 de Enero del mismo año a las cuales hemos de remitirnos por no estar aun aprobadas las del año actual y para lo cual el Secretario que suscribe celebró consultas con el Excmo. Sr. Gobernador Civil de la Provincia y presente también la relación de los señores que mayor votación obtuvieron en los tres distritos que corresponden á este Ayuntamiento en las elecciones celebradas desde 1917 a 1923 y con las cuales conforme á las condiciones exigidas, en los artículos 3º y 4º y teniendo asimismo en cuenta lo que dispone el artículo 5º del expresado R. D. se procedió á la elección de los señores a quienes corresponde ser elegidos concejales para la constitución del nuevo Ayuntamiento y en su virtud y teniendo en cuenta lo dispuesto en los artículos antes expresados del precitado R.D. procediose a la proclamación de los nuevos concejales dando por resultado el siguiente.

1º Designación con arreglo al artículo 6 de mayores contribuyentes por riguroso orden de cuotas

  1. Don Antonio Lopez Chacón
  2. Don José García Aguilar
  3. Don Juan Fernandez Sanchez
  4. Don José Aragón Parrado
  5. Don Candido Ortiz Lozano
  6. Don Francisco Marmolejo Gil
  7. Don Matias Giménez Gonzalez
  8. Don Francisco Estarico Asencio
2º Designación de los que obtuvieron mayoría de votos en las elecciones de 1917 a 1923.

    Distrito 1º:         

  •  D. Nicolas Cano García
  •  D. José Caravaca Chacón
Distrito 2º:        

  •  D. Nicolas Garcia Leon 
  •  D. Fernando Estepa Dueña 
  •  D. Andres Ramos Muñoz

    Distrito 3º:        

  •  D. Simón Fernandez Escarcena 
  •  D. José García Delgado
  • D. Antonio Vallejo Díaz.

3º Designación de Concejales Corporativos.

  1.  D. Juan Garcia Caravaca; por la Asociación de Labradores y Caja de Santo Cristo de la Vera-Cruz.
  2.  D. Ildefonso Gil Espinosa; por la Asociación Benefica de Barberos.
  3.  D. Antonio Jerez Moreno por el Posito Pescador de Nuestra Sra del Carmen.
  4.  D. Juan Mendez Gimenez; por la S. Cooperativa Electrica San Lorenzo.
Resultando que el numero de candidatos proclamados es el que corresponde á este Ayuntamiento con arreglo á los articulos 45 y 46 (cuarenta y cinco y cuarenta y seis) del Estatuto Municipal, se proclaman definitivamente elegidos concejales, a los señores antes expresados. 

Se acuerda también en cumplimiento del articulo 9º caso 4º, comunicar por escrito los nombramientos a cada uno de los referidos señores, convocandoles para que concurran el dia de mañana, veintiséis, y hora de las doce al Salón de actos de esta Casa Capitular, al objeto de darles posesión de sus respectivos cargos.

Hagase publica la expresada proclamacion fijandose en el tablon de anuncio de este Ayuntamiento y remítase al Ecmo Sr Gobernador Civil de la Provincia, copia certificada de la misma, con expresion del numero de Tenientes de Alcalde con arreglo á los distritos de este pueblo.

Se hace constar por el Secretario que suscribe que de las listas de mayores contribuyentes han sido excluidos D. José Sanchez Lopez por fallecimiento; Don Vicente Gomez Ramirez por no corresponderle con arreglo á su cuota ser comprendido entre los ocho primeros contribuyentes y D. Juan Jimenez Vazquez por ser vecino de Casares.

Y dándose por terminado el asunto a tratar visa el Sr Alcalde la Presente y yo como Secretario doy fé».

Las firmas en el documento, del Alcalde  D. Antonio López Chacón y del Secretario D. Luis Souvirón, son ilegibles.

El día 26 de febrero de 1930, bajo la presidencia del alcalde D. Antonio López Chacón, los concejales nombrados toman posesión y el Sr. López Chacón cede «la presidencia al concejal de mayor edad, D. José Aragón Parrado, hasta tanto sea nombrado alcalde por Real Orden y segun dispone el articulo 10 de dicho R.D.».

El acta de dicha sesión contiene una Diligencia en la que se hace constar que el concejal D. Fernando Estepa Dueñas no firma por asegurar no saber.

En la sesión del día siguiente, 27 de febrero de 1930, se celebran votaciones internas para designar las Comisiones Permanentes  y se tratan las dimisiones de algunos concejales:

  • D. José Aragón Parrado alega incompatibilidad del cargo con su función de farmacéutico titular, avanzada edad de 72 años y padecer una aguda sordera.
  • D. Matías Giménez y D. Francisco Marmolejo Gil fundamentan su dimisión en que en ese momento no eran contribuyentes por haber dado de baja sus respectivas industrias.
  • D. Juan Fernández Sánchez alega que sus negocios le impiden dedicarse con la atención debida al desempeño de su cargo.
  • D. José García Aguilar fundamenta su dimisión en sus muchas ocupaciones.
  • D. Cándido Ortiz Lozano considera incompatible el cargo de concejal con el de Juez Municipal, cuyo nombramiento se publicó en la Gaceta del 25 de febrero.
El Gobernador Civil aceptó las dimisiones, salvo las de D. Juan Fernández Sánchez y D. José García Aguilar que consideró no ajustadas a la normativa, y anuló los cuatro nombramientos correspondientes a las Asociaciones por no figurar en las listas de contribuyentes y exconcejales. Quedaron vacantes ocho puestos más el de D. José Aragón, que fueron cubiertos por seis componentes de la lista de mayores contribuyentes:
D. Victoriano Sagrado Sánchez
D. Antonio Chacón Ortiz
D. Vicente Gómez Ramírez
D. Manuel Rodriguez García
D. Joaquín González Morales
D. Andrés Giménez Chacón
Y por dos exconcejales:
D. Juan Sánchez Guerrero, que pasó a presidir el Ayuntamiento por ser el de mayor edad, y
D. Baltasar Benítez Navarro.
Además, por D. José Aragón Parrado entró como concejal D. Juan Simón Guerrero.

En la sesión del 12 de marzo de 1930, tras los cambios de concejales, se vuelven a elegir las Comisiones Permanentes que quedaron configuradas de la siguiente forma:

«Hacienda y Gobernacion 

  • Antonio López Chacón
  • D. José Garcia Aguilar
  • D. Juan Fernandez Sanchez
  • D. Francisco Estarico Asencio
Beneficencia y Policia Urbana

  • D. Nicolás Cano
  • D. José Caravaca
  • D. Nicolás García León
  • D. Fernando Estepa
Montes y Festejos

  • D. Andres Ramos
  • D. Simón Fernandez Escarcena
  • D. José García Delgado
  • Antonio Vallejo
Personal y Arbitrios

  • D. Victoriano Sagrado
  • D. Antonio Chacón
  • D. Vicente Gomez Ramirez
  • D. Manuel Rodriguez Garcia
Obras publicas y Subsistencias

  • D. Andres Gimenez
  • D. Baltasar Benitez
  • D. Juan Simón Guerrero.
En esta sesión, el concejal D. Juan Simón Guerrero manifiesta que «no le produce satisfacción ninguna, el haber sido nombrado concejal, pues entiende que estos cargos no deben ostentarse mas que por elección popular y no por el llamado turno de la aceituna».

Finalmente, en la sesión celebrada el día 29 de marzo de 1930, toma posesión como alcalde D. Simón Fernández Escarcena, tras la lectura del «telegrama del Ecmo Sr Gobernador que á su vez transmite el enviado por el Ecmo Sr Ministro de la Gobernacion y que copiado á la letra es como sigue: "Ministro de la Gobernación en telegrama fecha de hoy me comunica lo siguiente, "Ecmo Sr. en uso de las facultades que reconoce al Gobierno el articulo 10 del Real Decreto de 15 de Febrero ultimo, Su Magestad el Rey q. D. G. ha tenido á bien nombrar Alcalde Presidente del Ayuntamiento de Estepona a Don Simón Fernandez Escarcena; de Real Orden lo digo a V.E. para su conocimiento de la Corporación é interesados; lo traslado á Ud para su conocimiento corporacion é interesados y demas efectos:»

En la sesión del 7 de abril se eligen los tenientes de alcalde, para lo cual se realizó una votación, con papeletas, resultando:

D. Antonio Vallejo Díaz............14 votos, nombrado 1º teniente de alcalde

D. Francisco Estárico...............  8 votos, nombrado 2º teniente de alcalde

D. Baltasar Benítez .................  6 votos, nombrado 3º teniente de alcalde.

Queda claro que, tras todo el proceso, la mayoría de la Corporación está integrada por los contribuyentes más acaudalados del municipio. 

En la siguiente fotografía podemos observar a algunos de los personajes que aparecen en el relato y que son identificados por D. Juan Ordoñez Bazán en una entrada de Facebook, del grupo Historias de Ayer y de Hoy:

Archivo obtenido en Facebook.
Referencias: Archivo.- Francisco Almagro Aragón, (localizado por Juan A. Gaitán).

De izquierda a derecha, de pie, don José Aragón Parrado (farmacéutico); don Manuel Troyano Lobo (médico); sentados, don Juan Simón Guerrero, (propietario y funcionario del Ayuntamiento); don Simón Fernández Escarcena (alcalde y armador) y don José Nadal Guerrero (terrateniente). 
D. Juan Ordoñez Bazán me ha aportado también fotografías de algunos de los componentes de este Consistorio pre-republicano.
Archivo de D. Juan Ordoñez Bazán

Archivo de D. Ildefonso Carrasco

Archivo de Dª Felisa Troyano



Archivo de D. Juan Ordoñez Bazán

Archivo de Dª Felisa Troyano

Archivo de Facebook-origen desconocido


NOTA: Los textos escritos en cursiva son los que aparecen en los documentos originales, sin modificar, por lo que se mantienen los errores ortográficos (falta de tildes, sobre todo).




4 comentarios:

  1. Un gran artículo, Paco. Muy necesaria la introducción histórica y muy clara la conclusión. Enhorabuena.

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    1. Gracias Manuel. Para comprender la sociedad en la que vivimos es necesario conocer nuestra historia. Ese es el objetivo.

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  2. ¡Cuánto aprendo contigo amigo! Estupendo articulo, y totalmente de acuerdo con Manuel Guerrero, necesaria e importante esa introducción para muchos/as que no saben como llegamos a la democracia. Besos.

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    1. Efectivamente, muchos no conocen el esfuerzo que supuso conseguir la democracia para este país y a otros muchos se les ha olvidado.
      Es necesario conocer la historia para comprender el presente.

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