03 octubre 2023

El grafito y Estepona

Estepona.1963, Fuente: IECA de Andalucía. 

El grafito y el diamante son minerales que tienen la misma composición, carbono puro, y, sin embargo, sus propiedades son completamente distintas. El diamante es transparente, duro (10 en la escala de Mohs) y no conduce la electricidad; y el grafito es negro, blando (menos de 1 en la escala de Mohs) y untuoso, de alta conductividad eléctrica y gran poder refractario. Las diferencias entre uno y otro radican en su forma de cristalización. El diamante tiene una estructura cristalina cúbica mientras que el grafito tiene una estructura formada  por capas de anillos hexagonales.

El grafito se descubrió en el siglo XVII e inicialmente, dada su untuosidad, se usó para marcar el ganado, comercializándose en forma de bastoncillos. Por su fragilidad y para evitar la suciedad que producían esas barritas, se introdujeron en trozos de madera, dando lugar a lo que sería el lápiz.

Fue en el siglo XVIII cuando se convirtió en un mineral estratégico por ser la base de la elaboración de crisoles, fundamentales en la fundición de metales y, por consiguiente, en la fabricación de cañones y balas. En la actualidad, su presencia se ha visto reforzada al usarse en otros campos como la creación de lubrificantes sólidos; la fabricación de pilas y baterías de litio, indispensables en los coches eléctricos;  y como elemento básico de las barras de control en la industria nuclear. Si a ello le unimos que está presente en la generación de nuevos materiales como el grafeno, que reúne un gran potencial debido a que es muy elástico, ligero y resistente y presenta una alta conductividad eléctrica y térmica, nos encontramos con una materia prima que, probablemente, tendrá una fuerte demanda en el futuro.

La extracción y comercialización de grafito estuvo presente en la comarca de Estepona y Marbella desde, al menos, el siglo XVIII. En Sierra Bermeja existen diversos afloramientos de grafito, entre las peridotitas, que dieron lugar a minas como la del Nicio, en Estepona, con un grafito de gran pureza, "La Mona", "Mina Honda" o "Mina Marbella", la de mayor profundidad, en el término municipal de Benahavís, que fue objeto de una intensa explotación hasta el último cuarto del siglo XIX; y la del "Canuto de Doña Juana", término de Pujerra, fuera del radio de las minas del Estado, y que rigió una sociedad de San Roque.

Sobre la "Mina Honda", se habla de que ya se explotaba en tiempos de los árabes pero la información más fundada se remonta a 1749 (Catastro del Marqués de la Ensenada) afirmando el ingeniero D. Antonio A. de Linera en su publicación de 1851, "Reseña Geonóstica y Minera de la provincia de Málaga", que, en ese año, «empezaron á disfrutar las minas unos vecinos del pueblo de Juzcar (distante dos leguas) apellidados "Moros", quienes se aprovecharon de sus frutos que eran embarcados y esportados al estranjero con la aprobacion tácita del gobierno de S.M.». Sin embargo, el ingeniero D. Ultano Kindelán Duany, en su ponencia "El grafito en la economía española", presentada en el II  Congreso Nacional de Ingeniería celebrado en 1950, afirma que en 1749 empieza a trabajar la mina la familia González de Benahavís, conocido por los "Moros" y exportan el mineral por Marbella.

En 1807, el ingeniero alemán Schnelbenbühel reconoció el criadero por orden del gobierno y se restableció la extracción en la mina antigua. Se formó una sociedad a cuyo frente estaba el duque del Infantado para establecer una fábrica de crisoles y demás objetos donde se aplica el grafito pero tuvieron que abandonarlo todo y refugiarse en Cádiz al sobrevenir la Guerra de la Independencia. Sin embargo, afirma el ingeniero Linera que las minas no quedaron paralizadas, «pues el general Ballesteros, que tan mal parados traia á los franceses en la Serranía, permitió á varias personas la esportacion del grafito por el surgidero de Estepona, rebajando los derechos de estraccion, y fomentando asi la codicia de los naturales que esportaron en un año mas de 20.000 quintales, destruyendo al mismo tiempo las obras que habian empezadas y los edificios anejos casi concluidos. Por esta época fue tambien cuando se concedió á don Manuel Agustin Heredia un permiso para esportar grafito en cantidad alzada, y esta especulacion le fue tan lucrativa que, como él mismo confesaba ingénuamente, los grafitos de Marbella habian sido el principio de su colosal fortuna.»

Se calcula que, durante la primera mitad del siglo XIX, se exportaron por las radas de Marbella y Estepona unos 400.000 quintales de mineral de grafito. 

Sobre la mina de el Nicio, sabemos que en la Gaceta de Madrid, núm. 2617, de 09/12/1841, aparece registrada  la mina de grafito (mina de lápiz plomo) en Castillo del Nicio, en Estepona, por D. Blas Martínez, que fue alcalde del 2/1/1837 al 3/4/1838 y del 1/3/1844 al 4/4/846.  

Tras la Guerra Civil y en plena II Guerra Mundial, el gobierno franquista emite la Ley de 11 de julio de 1941 por la que se crea el Consejo Ordenador de Minerales especiales de interés militar (COMEIM), cuya misión era «ocuparse de todo lo relativo a la clasificación, reconocimiento y, en su caso, explotación de las minas declaradas de interés para la defensa nacional, y de la distribución o destino de los productos o subproductos que obtenga con arreglo a las directivas dictadas por el Gobierno». Entre sus competencias estaba el proponer las explotaciones mineras que habían de considerarse de interés para la defensa nacional; proyectar y proponer todo lo relativo a su explotación en régimen de Empresa privada, arriendo o directamente por el Estado, así como cuanto se relacionase con el destino que debía darse a los productos mineros de toda clase que se obtuvieran; y resolver sobre la mejor forma de explotación y aprovechamiento de los criaderos de minerales especiales que se encontrasen "reservados" al Estado, o los que en lo sucesivo se reservasen.

El 12 de noviembre de 1941, el COMEIM acordó crear un censo de productores de minerales declarados de interés para la Defensa Nacional, entre los cuales estaban los de estaño, cobre, aluminio, cinc, manganeso, tungsteno o wolframio, molibdeno, níquel, cromo, vanadio, titanio, glucinio o berilio, circonio, magnesio, cobalto y bismuto y el grafito, el amianto y las micas. 

Teniendo en cuenta que el grafito flota en el agua, la preparación del mineral requería un proceso de molienda en grueso con estrío; una molienda de refino, procurando que la escama de grafito se majase lo menos posible y se obtuviese la mayor cantidad de producto utilizable en escama grande; posterior lavado por gravedad en grandes planos inclinados, de solera de cemento, o en celdas de flotación con aireación muy intensa con objeto de que pudiesen flotar partículas gruesas; y se finalizaba con una molienda fina y refino de los concentrados.  Por ello, dado su interés por el grafito, el COMEIM instaló en Estepona un lavadero para tratar los minerales que especialmente aportarían las minas situadas en suelo español en el norte de África, en la cábila de Gomara; la mina "Marbella", de Benahavís, propiedad del Estado, que fue cedida a dicho organismo, por Orden de 4 de enero de 1946 del Ministerio de Hacienda, para su explotación por sí o por un tercero que designaría el citado Consejo; y otras de la zona de Igualeja y localidades cercanas a Ronda. 

Por las actas capitulares del Ayuntamiento de Estepona conocemos algunos datos sobre las instalaciones del COMEIM en esta localidad. En la sesión de la Comisión Gestora municipal de 13 de marzo de 1946 se dio cuenta de la instancia de D. José Nieto Vergara, capataz facultativo de minas, en nombre y representación del COMEIM, solicitando el suministro de diez metros cúbicos de agua por hora durante las ocho invertidas en los trabajos propios de su industria, el lavadero de grafito, y el consistorio acordó acceder si el organismo solicitante se encargaba de construir la conducción desde un punto de la red dentro del casco urbano hasta sus instalaciones, mediante tubería de hierro, y permitía que el Ayuntamiento pudiera efectuar las injerencias que precisasen las industrias y edificios enclavados en ese ramal. Si el lavadero de grafito desaparecía o cesaba en sus funciones, la tubería pasaría a ser de propiedad municipal. Además, el suministro a dicha entidad se haría si estaban cubiertas las necesidades del vecindario y se suspendería en caso de estiaje. El agua debían pagarla al precio de la tarifa vigente para las industrias en la Ordenanza Fiscal. 

Tras el barco, al fondo, se ve el edificio del lavadero de grafito. Autor: Francisco Medina Flores. Archivo de D. Javier Medina Montes

En la sesión del 21 de agosto de 1946 se dio cuenta a la Comisión Gestora de una comunicación del COMEIM sobre la solicitud de instalación del servicio de agua al edificio del lavadero de grafito, que se encontraba en el Partido rural de Saladavieja y sitio denominado "La Dehesilla", distante unos 1.200 metros del casco urbano, y el Ayuntamiento acordó encargar al Ingeniero director de las obras de abastecimiento de agua potable, D. Alberto Viader Muñoz, la redacción y elaboración del presupuesto de dicho proyecto; y en la de 26 de octubre se procedió a la lectura y aprobación del proyecto presentado por el ingeniero Viader, que establecía colocar una tubería de fundición de 80 mm, como garantía de futuro. Además, acordó enviar el proyecto al COMEIN y comunicarle que, dado que sus instalaciones estaban aisladas, fuera del casco urbano, y no estaban dentro de las actuaciones municipales sobre abastecimiento de agua ni tenían consignación presupuestaria, debía ser dicha entidad la que realizase las obras del ramal solicitado, por su cuenta y bajo la dirección del técnico municipal. El importe de dichas obras ascendía a 195.889,34 pesetas y, dado que la tubería pasaría algún día a ser de propiedad municipal, el importe anual del agua consumida por el lavadero estaría cubierto a cuenta de dicha cantidad.

En la sesión de 22 de marzo de 1947, la Comisión Gestora conoció la postura del COMEIM respecto al proyecto de tubería al Lavadero de Grafito elaborado por el ingeniero Viader. Esta entidad proponía utilizar tuberías de "Uralita" por ser de menor coste, más rápida adquisición y más fácil reposición; asumía el pago del importe de las obras, que ascendería a 100.172,09 pesetas, según nuevo presupuesto; prefería que su ejecución se llevara a cabo por el Ayuntamiento, por resultarle más fácil que al Consejo; y proponía que la citada tubería pudiese ser utilizada eventualmente por otros usuarios, cuyo importe de factura podría contribuir con el gasto propio al reembolso de la explotación.

La respuesta del Consistorio fue ratificar el acuerdo adoptado en la sesión de 26 de octubre de 1946, con la sola variación de que en atención a las dificultades del mercado para la adquisición de tubería de hierro fundido, se pudiera sustituir esta por la de "Uralita" a presión de 80 mm, probada a 20 atmósferas, pero nunca la de 50 mm, que requeriría la instalación de un depósito aljibe y un grupo moto-bomba. Asimismo, la Comisión Gestora acordó que, en consideración a lo despoblado en que se encontraba en ese momento el lugar en que debía hacerse el tendido de la tubería de conducción, sería casi negativo el número de usuarios que solicitaran injerir en la misma, pero en caso afirmativo, dada la propiedad que adquiriría el Ayuntamiento por el acto de reversión, es al que comprendía autorizarlo y beneficiarse de la utilidad de los derechos de suministro de agua mediante aplicación de sus tarifas, aprobadas para atender con su importe, como los demás vecinos, a los gastos de amortización del préstamo e intereses destinados a la ejecución de las obras de captación, conducción y distribución de agua potable.

En la sesión de la Comisión Gestora de 15 de enero de 1948 se dio lectura a carta del COMEIM, fechada el 8/11/1947,  cuyo contenido era el siguiente: 
«El Ingeniero Director de las Obras de traída de aguas a esa localidad, nos remite copia del proyecto de instalación de tuberías hasta nuestro lavadero de mineral.- Aunque en principio nada tenemos que objetar, esperamos recibir noticia oficial de Vdes., en la que conste las condiciones que se convinieron, en la conversación que tuvo con Vdes. nuestro Ingeniero Sr. Kindelán, para dar la conformidad.»
Enterada la Corporación, acordó por unanimidad ratificar el acuerdo adoptado el 22 de marzo de 1947, con la modificación de que el importe de los ingresos que produjeran los consumos de aguas de particulares, hechos por injerencias o derivaciones de esa conducción, se les cederían al igual que el consumo de ellos, hasta cancelar el total importe de la obra. En cuanto a la valoración total de las obras que se ejecutasen para la conducción de las aguas al Lavadero, que habían de ser realizadas por el Consejo Ordenador, a los fines de abono en cuenta para su amortización, se estaba en todo a las condiciones y cuadro de precios prefijados en el proyecto redactado y  resulta de las mediciones practicadas sobre el terreno, una vez terminadas las obras y recibidas por el Ayuntamiento, y a cuya acta sería unida la liquidación que expediría el Ingeniero Director de la red de distribución de aguas de la Villa. Y sobre la cantidad de metros cúbicos de suministro de aguas, por parte del Ayuntamiento, había que tener en cuenta que si por causas de estiajes, mermas en los nacimientos, averías en la conducción general, o causa alguna motivada, dado el carácter preferente del abastecimiento para uso público, quedaría relegado el suministro industrial, hasta tanto quedase asegurado el normal abastecimiento para las necesidades del vecindario.
 
El COMEIM respondió al Ayuntamiento que la última cláusula de su acuerdo era muy dura y hacía precario el funcionamiento de una industria beneficiosa para Estepona, y que, aunque no se consignara dicha cláusula, el abastecimiento de agua a las ciudades era siempre preferente, por lo que estaba conseguido de antemano el fin que perseguía la Comisión Gestora, sin necesidad de relegar expresamente las necesidades de una industria nueva que necesitaba toda clase de ayuda; dicho lo cual, tan pronto quedase aclarado ese extremo, ordenarían el comienzo de las obras. El Consistorio, reunido el 13 de febrero de 1948, consideró que la cláusula no era dura y se debía mantener a pesar de la preferencia de que gozaba el abastecimiento de agua a la población, sobre otras necesidades; y que así se le comunicase al Consejo Ordenador. 

En la sesión de 28 de julio de 1948, la Comisión Gestora aprobó el proyecto reformado de conducción de agua potable al lavadero del COMEIM, por sustitución de la tubería de hierro  por otra de amianto aglutinado, presentado por el ingeniero Viader, y cuyo presupuesto ascendía a 116.000 pesetas, y acordó enviar una copia al Consejo para que prestase su conformidad o reparos y proceder, en su caso, a su ejecución. La respuesta del COMEIM se recoge en el acta de la Comisión Gestora de 28 de agosto, aprobando dicho presupuesto y las condiciones de suministro de agua con la reserva de la última cláusula que el alcalde consideró razonada.  Los gestores, por unanimidad, autorizaron provisionalmente la ejecución de las obras de reforma de acuerdo en un todo con el proyecto y presupuesto aprobados, a reserva de que se formalizase  la documentación precisa a la brevedad posible.

La Comisión Gestora, reunida el 13 de noviembre de 1048, fue informada, por escrito del Ayudante Jefe del Lavadero de Grafito del COMEIM, de que había encontrado algunas dificultades en la instalación de la tubería para la dotación de agua potable a dicho lavadero, obras que se llevaban a efecto por dicha entidad, y visto el informe del informe del perito aparejador de obras, en el que recogía la variación del trazado y otras de orden técnico, acordó aprobar las modificaciones propuestas y que se enviase la información al ingeniero Viader para que prestase su conformidad o reparos.  Asimismo, acordó que se enviase oficio urgente al COMEIM instándole a que nombrase a persona autorizada, mediante poder notarial al efecto, para que a la mayor brevedad posible se llevase a cabo la formalización de este contrato de obras y suministro de aguas, en las condiciones establecidas. El director de las obras, D. Alberto Viader, se mostró de acuerdo con las modificaciones realizadas e insistió en las precauciones a adoptar en la tubería a su paso por las proximidades de pozos negros u otros focos posibles de infección, manifestando que se debía proteger la tubería con hormigón hecho con alguno de los dos impermeabilizantes que existían en el comercio.

La Dirección del Grupo de Puertos de Málaga, Granada y Almería, con residencia en Motril, autorizó al Ayuntamiento a cruzar, con el tendido de la tubería de la red conductora de agua potable para el servicio del Lavadero de Grafito, el camino de servicios al puerto de Estepona; y la Comisión Gestora, reunida el 27 de noviembre de 1948 aceptó todas las condiciones impuestas por Puertos salvo la séptima, que redactó de la siguiente manera: «El peticionario concederá autorización de acometida de aguas para los servicios portuarios, siempre que lo permitan las disponibilidades del caudal de aguas, teniendo en cuenta el servicio preferente para el que se lleva a efecto la conducción actual y conforme a las condiciones previstas en las Ordenanzas respectivas», y trasladó al Ingeniero Director del Grupo de Puertos para su conformidad o reparos.

Para que el lavadero de grafito fuese rentable había que abaratar los precios de producción y ello requería disminuir el costo de transporte desde las minas al lavadero de Estepona, lo cual solo era posible si se hacían desbastes previos en origen, de forma que el producto obtenido tuviese un 40 o 50% de carbono, para lo cual se necesitaría un lavadero común y cercano a las dos minas de África, equipadas con una única central térmica, y que se transportaría a Estepona por pista y barcazas. Se preveía que el grafito africano llegaría a las 25.000 toneladas, el 60% del total previsto.  Igual ocurría con los yacimientos de la zona de Marbella, en la mina del Lápiz o mina "Honda", que produciría unas 8.000 toneladas al año, y en la zona de Igualeja que podría aportar unas 6.000 toneladas, haciendo un primer desbaste de eliminación de impurezas en instalaciones cercanas a las minas.

El interés por el grafito se mantuvo. Por el BOE nº 40 de 9 de febrero de 1948 sabemos que el 23 de diciembre de 1947, se había solicitado al Distrito Minero de Granada permiso de investigación para la Mina de grafito "María Gracia", pero su concesión fue declarada caducada, según consta en el BOE de 19 de julio de 1957.
 
En el II Congreso Nacional de Ingeniería, celebrado en Madrid durante los días 28 de mayo a 3 de junio de 1950, intervino D. Ultano Kindelán Duani, ingeniero de minas, con un trabajo titulado "El grafito en la economía española" en el que recogía la posibilidad de explotar en el Sur de España un taller de preparación de grafito de alta concentración que sirviese como complemento a la industria nacional, y con vistas a la exportación. En base a ello y a que era el puerto más cercano a los criaderos de Sierra Bermeja y su proximidad al mar economizaba la recepción del mineral bruto de África, el COMEIM construyó el taller de flotación de minerales de grafito, inmediato al puerto de Estepona, provisto de abastecimiento abundante de agua, que estaba completamente terminado en 1950 y se encontraba en disposición de funcionar en cualquier momento. El embarque del material sería aún más fácil cuando se construyese el espigón de poniente ya aprobado. La instalación era capaz de pasar una tonelada por hora, lo que permitiría, dada la riqueza de los materiales que se preveían tratar, una producción de 2.500 toneladas anuales, capacidad suficiente para obtener un coste moderado y, al mismo tiempo, no excesiva para su colocación en el mercado, sin perturbarlo. 
Vista desde el faro. Edificio del Lavadero de grafito, arriba a la derecha, junto a los árboles.  Autor: Juan Gaitán Benítez. Archivo de Javier S. Gaitán Vargas

 
Según Kindelán, el 1 de enero de 1945, el COMEIM sufrió una radical transformación orgánica, pasando a depender del Instituto Nacional de Industria (INI), con lo que su actividad tomó el carácter de empresa, de forma que, al no figurar el grafito, en 1950, entre los minerales de interés militar y no entrar por tanto en las actividades del COMEIM, requería arbitrar los medios para contratar o hacer por gestión directa los trabajos de investigación de las bolsadas de Sierra Bermeja y de los afloramientos de África, o bien subvencionar a un empresa privada para que los realizase. Aunque se finalizó la construcción del lavadero de Estepona, este no llegó nunca a funcionar.
 
Fotografía del Puerto de Estepona, de julio de 1963, en la que se puede ver el edificio del Lavadero de Grafito. Vuelo de ESBOGA. Fuente: IECA de Andalucía.  

 
Tras el Club Náutico se ve el edificio del lavadero de grafito del COMEIM. Alrededor de 1968. Archivo de D. Juan Ordóñez Bazán

A la izquierda del Club Náutico, y junto a los árboles se ve el edificio del COMEIM. Alrededor de 1968. Archivo de D. Juan Ordóñez Bazán

El lavadero fue vendido y derribado para construir las torres del Puerto en torno a 1980. 

Dado el actual auge de las energías renovables, que precisan materiales como el litio, el cobalto y el grafito, en el Mapa de los Minerales Críticos de Andalucía figuran, en el apartado correspondiente al grafito, la mina del Castillo del Nicio de Estepona y la mina Marbella de Benahavis.


La Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía, el 5 de agosto de 2019, hizo saber que había otorgado el Permiso de Investigación nº 6.847 sobre la mina Marbella a la empresa Simplewater SL con sede en Puerto Banús, para que analice si sería rentable explotar la mina. Más información en https://www.elperiodicodemarbella.com/grafito-el-tesoro-oculto-de-la-mina-marbella/ y en https://www.juntadeandalucia.es/export/drupaljda/tramite_informacion_publica/18/06/Memoria%20de%20los%20trabajos%20de%20investigaci%C3%B3n%20del%20Permiso%20de%20Investigacion%20MARBELLA.pdf

Habrá que esperar noticias al respecto.

Agradecimientos: a D. Juan Ordóñez Bazán por su información y aportes fotográficos y a D. Andrés Cintrano Fernández por su suministro de actas capitulares.

Fuentes y bibliografía:

Actas capitulares. Archivo Histórico Municipal de Estepona (AHME). Sign. L-01112 a L-01114.

De Linera, Antonio J. "Reseña Geonóstica y Minera de la provincia de Málaga". Madrid. 1851. Archivo de la Diputación Provincial de Málaga

"II Congreso Nacional de Ingeniería. Tomo V". Madrid 1951. Fundación Juanelo Turriano.

https://www.malaga.es/es/laprovincia/naturaleza/lis_cd-13707/minas-del-lapiz

https://aulamuseodegeologiamalaga.com/es/6-de-marzo-2017-el-legado-minero-de-la-provincia-de-malaga-una-deuda-historica-pendiente/

https://www.sierrabermeja.es/2018/01/12/el-grafito-de-sierra-bermeja/






 


 



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