06 julio 2022

La construcción de la carretera Nacional 340 a su paso por Estepona

El 7 de septiembre de 1860 el Gobierno aprobó la "Relación por provincias de las carreteras que forman el plan general para la Península é Islas adyacentes", entre las cuales figuraba el tramo Cádiz-Málaga, catalogado, según lo dispuesto en la Ley de Carreteras de 1857, como de segundo orden. 

La construcción de la carretera entre el límite de la provincia de Cádiz y Málaga se extiende desde 1863 hasta 1929. La primera fecha corresponde a los proyectos de Eusebio Torner - Fuengirola a Marbella y Marbella a Estepona -, y la última a la finalización del puente sobre el río Guadiaro. 

El ritmo de construcción de la carretera desde Málaga hasta Estepona fue bastante lento. El recorrido se trazó en muchos tramos sobre los caminos de herradura - senderos no aptos  para carros y por los que los productos debían moverse a lomos de caballerías - existentes por el litoral. En cada tramo había que resolver dos problemas fundamentales: el cruce de gran cantidad de cauces fluviales de caudal irregular en las proximidades de las desembocaduras, que en ocasiones formaban marismas, y el paso de las diversas sierras que, llegando al mar, formaban cabos con tramos de costa escarpada en los que había trozos sin espacio para la carretera. En el primer caso fue necesario buscar el borde del llano costero hasta encontrar lugares donde cimentar adecuadamente las estructuras. En el segundo, hacer trazados a media ladera en acantilados frecuentemente azotados por los temporales. 

Las obras comenzaron rápidamente, pero algunos puntos concretos se vieron afectados por problemas en el ritmo de la construcción como consecuencia de motivos tan diversos como las defunciones de los contratistas o las destrucciones provocadas por el temporal. Un ejemplo lo podemos ver en el periódico El correo militar de 4 de diciembre de 1888, donde se recoge como noticia las lluvias torrenciales sufridas en Estepona el día anterior y los graves daños que se produjeron en la carretera: el firme del arroyo de la Cala había sido cortado por las aguas y amenazaba ruina y el Guadalobón, Padrón y arroyo de las Cañas se habían caído. 

       Otro ejemplo lo encontramos en el acta del Ayuntamiento de Estepona de 24 de febrero de 1911 en la que se recoge que va a visitar la localidad el Director General de Obras Públicas y que además de agradecer su visita, «se le ruegue como medio seguro para contrarrestar la emigración constante del vecindario interponga su generoso, decidido y valiosísimo concurso para la reconstrucción de los puentes en la actualidad caidos en la carretera de Málaga á Cádiz dentro de la provincia cuya falta nos incomunica en invierno al crecer los rios con la Capital y pueblos á Poniente, y la terminación de los trozos de dicha carretera enclavados dentro del término municipal: Y, á ser posible, active tambien la construcción de la línea del ferrocarril estratégico de Málaga á San Fernando, por ser todo ello el ideal que desde hace tiempo se persigue como medio seguro de mejorar el triste estado de la clase obrera, y de la agricultura, con las facilidades del arrastre de sus productos a nuevos mercados». 

El Ayuntamiento, reunido el 18 de agosto de ese mismo año, dio lectura a un telegrama recibido del Director General de Obras Públicas en el que comunicaba que había sido aprobado el ferrocarril San Fernando-Málaga, y que estaba pendiente de tasación; y acordó: «Haber visto con el mayor agrado la aprobación de dicho proyecto por los beneficios que reportará á este pueblo ensanchando las fuentes de riquezas con medios faciles y economicos para el arrastre de sus productos á nuevos mercados y porque con el fomento de las obras públicas se contribuirá á contener los elementos valiosisimos, ó sea la población obrera, que en número considerable y por falta de trabajo se vé en la necesidad de tener que emigrar á las Repúblicas Sud-Americanas. 

    Que se exprese á tan eximio hombre público con certificación de este acuerdo el profundo agradecimiento de la Corporación por el interes que en todo ello se ha tomado y sigue tomandose para llevarlo á via de exito, alentandolo para que persevere en sus nobles propositos á fin de conseguir tambien la reparación de los tres puentes que hay caidos dentro de este termino municipal en la Carretera de Cadiz á Málaga, ya que tan necesario nos hallamos de proporcionar trabajo á la clase obrera, por la razón fundamentada, esperando de sus valiosisimas iniciativa, conseguirla, con el fin de poder con su concurso, aliviar á este pueblo de la postración y abandono en que hasta ahora ha estado».

Nuevamente, el 6 de julio de 1912, el Ayuntamiento, «en consideración á la importancia de la carretera de Cadiz á Málaga, por los beneficios que reportaria al comercio y á esta Comarca, y para facilidad del transito interrumpido en invierno, se acordo acudir con el vecindario en instancia al Excmo Sr Ministro de Fomento, solicitando que, sin la formalidad de subasta, se mande adicionar al pliego de la contrata de dicha carretera, la construccion del puente sobre el rio Monterroso que lame los muros de Poniente de este pueblo y el empalme del trozo de carretera en construccion de ese lado con el de Levante».

    Y en el acta capitular de 21 de abril de 1913 se recoge: «La Presidencia dio cuenta de que invitado por la Camara de Comercio tuvo necesidad de marchar precipitadamente á la Capital presidiendo una Comisión compuesta de cinco personas para rendir homenaje al Exmo Sr Ministro de Fomento con motivo de su llegada á inaugurar el nuevo puente construido sobre el rio Guadalmedina denominado de Armiñan; con ocasión de lo cual y por conducto de este Sr se le recomendaron al Sr Ministro la resolucion de la instancia cursada para la construcción aquí de un puente sobre el rio Monterroso que empalme la carretera de Málaga á Cadiz, y la de los demás puentes caidos de Arroyo de las Cañas, Padron y Guadalobon; (...)»

    El siguiente año, en la sesión del Ayuntamiento 7 de noviembre de 1914, «A instancia del Regidor 2º Síndico D. Rafael Montes, y por estimarse de urgente necesidad para la clase obrera, falta de trabajos en las actuales circunstancias, sin discusion y por unanimidad, la Corporacion acordó: Facultar al Sr. Alcalde Presidente D. Simón Fernández Escarcena, para que en representacion del Aymtº. solicite del Exmo Sr. Ministro de Fomento la reconstruccion de los puentes de los rios Padrón y Arroyo de las Cañas, de este termino, sitos en la Seccion 2ª de la carretera de Cadiz á Málaga, destruidos por una gran avenida hace mas de veinte y cinco años, y cuyos perjuicios son incontables ademas de las frecuentes desgracias que se registran».

    El trazado del tramo Marbella-Estepona fue proyectado por Eusebio Torner y, para las obras de fábrica, estableció tramos metálicos pero Pablo de Alzola, un joven ingeniero determinante en la construcción de la vía, finalmente proyectó puentes de fábrica de arcos carpaneles.

Pueden observarse estos arcos en la siguiente fotografía de la desembocadura del río Monterroso:

Fuente: Juan Andrés Gaitán Arroyo
 

En 1891 se liquidaron las obras de la sección Este, desde Marbella hasta la entrada a Estepona. La construcción de la sección Oeste, de Estepona al río Guadiaro, proyectada por Luis Molini en 1878, fue la que más se dilató en el tiempo, quedando concluida tras la entrada en servicio del puente sobre el río Guadiaro en 1929.

    La carretera proyectada atravesaba Estepona por la playa, y al igual que en los tramos anteriores, solo se alejaba de la costa cuando la necesidad de situar una estructura para el cruce de un cauce así lo aconsejaba. El trazado siguió el corredor del camino preexistente, a veces sobre él, a veces a su lado. En el caso del paso por Punta Chullera la carretera siguió por la costa a media ladera, construyéndose desmontes cuando fue necesario y evitando así las subidas y bajadas del camino de herradura.

       Aunque las obras arrancaron rápidamente, adjudicándose en 1880 a Rafael García Morillo, el fallecimiento del contratista supuso su práctica paralización. En 1892 se redactó un proyecto de “lo que falta”, descontando lo construido y actualizando precios y mediciones, con objeto de volver a licitar las obras.

    Ya en 1895, Carlos Alfonso López elaboró un “proyecto de terminación” en el que, además de dar noticia de que el tramo de Sabinillas al puente de Manilva estaba todavía pendiente de construcción, planteaba una modificación de trazado para sacar la carretera de la playa de Estepona y reconducir la travesía por las calles Caridad y Real, que eran las más anchas y permitían un camino más corto. Esta modificación se hacía necesaria porque el tramo de la carretera “... está situado en la playa, y además de que no hay defensa posible, para este trayecto, contra los temporales que casi todos los años tienen lugar, otra circunstancia obligó a pensar en la conveniencia de abandonar la pequeña parte de obra construida. Esta circunstancia es que precisamente cuando ocurren los citados disturbios meteorológicos, hay absoluta precisión de varar los botes y establecer estacas de amarre en la carretera” (López, 1895). Finalmente el proyecto quedó tal cual, y la travesía siguió discurriendo por el frente litoral de la población. Y el ingeniero no se equivocó. Durante años, con los temporales de levante, las olas llegaban a la carretera e incluso a la calle Real.

    En 1901 se hizo un replanteo de lo que faltaba por construir, y hacia 1915 quedaron concluidas las obras. El río Guadiaro se pasaba mediante barca, y el tramo comprendido entre el río y la localidad de San Roque se encontraba, todavía, pendiente de construcción. 

La carretera N-340, a su paso por Estepona, estaba aún construyéndose en 1914, como se puede comprobar en el acta capitular de 7 de marzo de 1914.  

Fuente: Juan Ordoñez Bazán

    En 1926, y siendo Ministro de Fomento Rafael Benjumea, Conde de Guadalhorce, un Real Decreto-Ley de 9 de febrero aprobó la creación del Circuito  Nacional de Firmes Especiales. La carretera de segundo orden de Málaga a Cádiz se incorporó al Circuito.  Al margen de las mejoras de los firmes y pavimentos,  fue, precisamente, en estos años, cuando, con la apertura al tráfico del puente sobre el Guadiaro, en 1929, quedaron definitivamente concluidas las obras de la carretera. 

Fotografía de la carretera donde se puede ver aún las barandillas del puente sobre el río Calancha. Fuente: Juan Andrés Gaitán Arroyo

El problema que se le plantea al Ayuntamiento con las obras de la carretera a su paso por el pueblo es que se producían estancamientos de las aguas de lluvia por estar la carretera a mayor altura que las calles que desembocaban en ella. Eso ocurría, por ejemplo, en la calle de Pedro Manrique (calle de Santa Ana). En sesión plenaria de 13 de julio de 1933, el secretario municipal dio cuenta al Pleno de que se había enviado un oficio de protesta al Ingeniero Jefe del Circuito de Firmes Especiales visto el tiempo transcurrido desde que la Alcaldía solicitó que, con cargo a Obras Públicas, efectuasen las modificaciones oportunas para evitar el estancamiento de aguas que provocaba que se cortasen al tránsito varias calles del municipio los días de lluvia y posteriores. El Ayuntamiento consideraba que no estaba obligado a efectuar obra alguna toda vez que las obras hechas en la carretera fueron posteriores a las que se realizaron para los desagües de la Villa y que, por tanto, el problema se debía a no haber realizado correctamente los estudios oportunos para la construcción de esa vía. Los vecinos habían protestado en repetidas ocasiones y en la época de lluvias se vieron amenazados por alteraciones de orden público. En vista de ello, el Consistorio aprobó que si la solicitud no daba fruto se entablasen los procedimientos oportunos para la defensa de los intereses del pueblo.

En el Pleno de 20 de julio de 1933, se lee oficio del Ingeniero de Circuito de Firmes Especiales contestando a la queja del Ayuntamiento por la salida de aguas del pueblo y comunica que próximamente visitará la localidad personal encargado de la Carretera Cádiz-Málaga para analizar las reclamaciones presentadas por el Consistorio y actuar en consecuencia, «siempre dentro de las disponibilidades».

Nuevamente, en el Pleno de 23 de noviembre de 1933, «se dio lectura al Edicto haciendo saber que se encuentra en periodo de reclamacion las obras de pavimentacion y asfaltado del tramo de carretera que atraviesa el pueblo acordandose por unanimidad entablar la mas energica protesta por dicha construccion que ha venido á dejar sin salida las aguas llovedizas de todo el pueblo en las tres calles que desembocan».

Entre los temporales de Levante que inundaban la carretera nacional y las lluvias que se acumulaban en las calles que desembocaban en dicha carretera, el Ayuntamiento siempre ha estado bastante entretenido "luchando contra las aguas". No hay más que recordar el hundimiento del puente sobre el río Monterroso ocurrido el 11 de octubre de 1986. 



Fuente: Juan Ordoñez Bazán

Aún hoy en día suele haber más de un problema cuando se producen lluvias torrenciales.

Agradecimiento: A D. Juan Ordoñez Bazán y D. Juan Andrés Gaitán Arroyo por sus fotografías.

Fuentes:

"El corredor de la carretera N-340 como eje histórico del litoral andaluz". Agencia de Obra Pública de la Junta de Andalucía.

Actas capitulares. Archivo Histórico Municipal de Estepona (AHME). Sign. L-01092 a L-01102



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