29 julio 2022

Actas capitulares desaparecidas


Dedicatoria

Existen puestos de trabajo en el Ayuntamiento de Estepona que no tienen el reconocimiento que debieran. Este artículo está dedicado a D. Alfredo Galán Sánchez, quien mejor conoce el Archivo Histórico Municipal de Estepona y siempre está dispuesto, con una sonrisa, a colaborar en nuestras investigaciones.

ACTAS CAPITULARES DESAPARECIDAS

Papel timbrado oficial. Actas capitulares de 1800. 
Archivo Histórico Municipal de Estepona (AHME) 

Cuando consultas las actas antiguas del Ayuntamiento de Estepona, existen periodos en los que no se encuentran los libros correspondientes, han desaparecido, y es de suponer que, en algún momento, alguien decidió eliminarlos, destruirlos, bien por intereses partidistas o ideológicos, bien por pura desidia e ignorancia. Yo me inclino por la segunda opción ya que, por cuestiones políticas, por ideología,  se han alterado algunos libros de actas de otros años, tachando parte de lo recogido, pero no se han destruido.

La hipótesis más simple. 

Todos sabemos, por experiencia, que cuando se hace una mudanza, se aprovecha para deshacerse de todo aquello que sobra o que se considera que no es de interés. La antigua Casa Consistorial de la Plaza Blas Infante ha sufrido algún que otro traslado para realizar obras de consolidación o mejora. Por ejemplo, en acta de 27 de marzo de 1942, se recoge el acuerdo de habilitar el edificio que ocupa F.E.T. y de las J.O.N.S. para Casa Consistorial y sus oficinas, durante el tiempo necesario. Las obras de reparación se liquidaron en 1944.

 Y no fue la única... 

¿No es lógico pensar que algún iluminado tuvo la ocurrencia de quitar de en medio un montón de "papeles viejos"?

Una primera hipótesis fallida

El periodo más largo, de los que no tenemos actas capitulares, es el que va  desde 1860 hasta 1886 (1). Un cuarto de siglo sin información. Y, repasando las actas existentes, esa desaparición parecería tener una explicación.

En el acta capitular de 17 de septiembre de 1887, siendo alcalde D. Pedro Guerra Fernández, se recoge: «Por último y por el mismo Sr Presidente se significó á la Corporacion que aunque se han invertido mas de dos años (2) se encontraba ya últimado el arreglo [...](¿conocierto?) y enlegajamiento de la Biblioteca y archivo municipal que hace años y muy especialmente desde la revolución (3) se encontraba en desorden y cada papel, Libros y documentos tirados de acá para alla y como encargado del mismo el conserje de este Ayuntamiento Francisco Clavero: Que sabe la corporación la importancia que tiene hoy todo archivo municipal con arreglo á la Ley pues del mismo hay que formar inventario adicionandole todos los años con la documentacion que se última y por lo tanto considera conveniente que la custodia de la Biblioteca y archivo de este municipio se encargue á persona inteligente que mediante la dotacion que se le señale esté al cuidado de dicho archivo coleccionandolo todo y apendizando el inventario cada un año con lo que se adicione y sintiendo responsable personalmente de todo extravío ú  ocultación de papeles ó documentos y el Ayuntamiento teniendo en cuenta lo manifestado por la presidencia, la dificultad de que el archivo estando á cargo del Secretario pueda conservarse sin perdida de documento por la multitud de ocupaciones y tenerse que valer de terceras personas generalmente para la saca de papeles espedientes y legajos visto por último que la Biblioteca y Archivo del Ayuntamiento es lo bastante importante para el servicio de custodia y conservación se consideran de preferencia acordó nombrar como Bibliotecario y Archivero de los papeles espedientes y documentos de esta municipalidad á D. Eduardo Troyano Rodriguez al que se le entregaran en el local donde se conservan el dia primero de Octubre procsimo con la obligacion de formar inventario de todo y de responder en todo tiempo y ante quien corresponda del estravio ú ocultacion de cualquier papel espediente ó documento perteneciente al archivo y se le asigna como dotacion dos pesetas diarias con cargo al presupuesto municipal teniendose presente esta acuerdo para incluir la partida necesaria en el adicional procsimo puesto que en el presupuesto corriente no existe consignacion para este gasto.» 

El día 10 de agosto de 1888 se procedió a la elección de alcalde por haber sido suspendido de su cargo el anterior: D. Pedro Guerra Fernández, según sentencia del Tribunal de la Audiencia Criminal de Ronda. Resultó elegido D. Juan Vázquez Sánchez y como solía ser habitual en esa época, cambio de alcalde conllevaba cambios de personal en el Ayuntamiento, razón por la cual, en la sesión de 11 de agosto de 1888, el Consistorio acordó sustituir al Oficial Archivero del Ayuntamiento D. Eduardo Troyano Rodríguez y nombrar en su lugar al vecino de la Villa D. Augusto Navarro Murillo.

De  12 de enero de 1889 tenemos acta del Consistorio en la que se recoge que los funcionarios del Ayuntamiento no encuentran una normativa para responder a la solicitud de un vecino por no encontrarse aún inventariado el archivo. Y en la de 2 de febrero se recoge: «Por el Sr Presidente se expone á la Corporacion que en atencion á lo abandonado que está el Archivo por los continuos dias que deja de asistir a él como Archivero Don Augusto Navarro Murillo solicita de los Sres presentes se deje sin efecto su nombramiento; y la Corporacion despues de deliberar sobre este extremo: Acordó acceder á lo solicitado por el Sr Presidente por mayoria de siete votos contra dos de los Sres Don Domingo Navarro Cano y Don Cristobal Espinosa Aguilar.

En la sesión del 17 de agosto de 1889, el concejal D. Domingo Navarro expuso a la Corporación el estado de abandono en el que se encontraba el archivo municipal y propuso destituir al oficial encargado. El Ayuntamiento acordó la separación del cargo del oficial encargado de dicho servicio puesto que lo tenía abandonado. 

El 7 de septiembre, el alcalde D. Juan Vázquez quedó suspendido en sus funciones por resolución judicial, actuando como alcalde interino en funciones D. José del Postigo Figueroa.

Como aclaración, en la sesión del 14 de septiembre de ese año, el mismo Concejal D. Domingo Navarro hace constar que su propuesta de separar del cargo al oficial del archivo tenía como objeto suprimir esa plaza por economía en vista del estado de los fondos en que se encontraba el municipio. El Ayuntamiento acordó que constase así. 

En acta de 18 de septiembre de 1889 se recoge  que: «Por el Sr. Presidente se expuso á la Corporación que su antecesor D. Juan Vazquez Sanchez habia nombrado en calidad de interino para Oficial Archivero por la urgencia de reorganizar el mismo á D. Ricardo Guerrero Navarro en atención á las condiciones que en dicho Sr concurren y á la vez le habia conferido el encargo de autorizar las patentes de Sanidad en atencion á su competencia en este Ramo que ha desempeñado con el caracter de Secretario ha un año, cuyo nombramiento á pesar de estar conferido desde el dia 1º de Setiembre último no lo habia podido hacer presente á la Corporacion en la sesion inmediata para su confirmacion ó resolucion que esta en su vista estimase conveniente adoptar, por haber sido suspenso en el cargo por providencia judicial en 7 de dicho mes, por lo que lo manifiesta á la Corporacion para que sentados estos precedentes se sirvan acceder á su deseo en confirmar dicho nombramiento si estan conformes. Y esta despues de deliberar sobre ese extremo y teniendo en cuenta el estado del Archivo y las circunstancias que en Don Ricardo Guerrero Navarro concurren tanto para el desempeño de este cargo como para el de Secretario onorífico de sanidad maritima de este puesto por mayoria de botos acuerda confirmarle en su nombramiento desde dicho dia con el haber consignado en presupuesto.

No tenemos nuevas noticias del Archivo hasta el 24 de diciembre de 1892, día en que el  Consistorio presidido por D. José Aragón Parrado consideró la conveniencia de cubrir la plaza de Oficial Archivero, dotada en el presupuesto con 999 pesetas, debido  a la aglomeración de trabajos que pesaban sobre la Secretaría, por lo que no era posible atender á la ordenación y custodia de documentos con la prolijidad, delicadeza y atención que requería el servicio. Por ello, el Ayuntamiento acordó nombrar a D. Ricardo Guerrero Navarro, por considerarlo con más pericia y práctica por haber desempeñado ese cargo largo tiempo. 

Y, al año siguiente, consta en acta de fecha 30 de diciembre de 1893, la separación del cargo de Secretario de Sanidad para la autorización de patentes acordada por el alcalde el pasado día 26, en la persona del oficial archivero D. Ricardo Guerrero Navarro por «el demasiado trabajo que ofrece el exacto cumplimiento de uno y otro destino, y el nombramiento verificado por la misma en igual fecha para la autorización de las referidas patentes recabado á favor de D. Fernando Martín Lozano, y el ayuntamiento quedó enterado y le prestó su aprobación».

En el Pleno de 23 de octubre de 1897, siendo alcalde D. Andrés Rodríguez Sánchez, se recoge: «Informado el Ayuntamiento de las dificultades que se ofrecen á la Secretaria el inmediato despacho de los diferentes servicios por el estado de confusion en que se encuentran los documentos de este Archivo Municipal, desde que quedó vacante la plaza por pase á ocupar el cargo de Juez Municipal del vienio anterior D. Ricardo Guerrero Navarro, que la servia, se convino en la necesidad de cubrirla; y al efecto á propuesta del Sr. Presidente en votacion ordinaria y por unanimidad se acordó: Volver á nombrar en el cargo de Archivero al D. Ricardo Guerrero Navarro, de quien se tienen los mejores informes durante su desempeño, señalandole el haber de novecientas noventa y nueve pesetas anuales con cargo al Capítulo de Imprevistos del Presupuesto corriente».

En 1899, en sesión del Consistorio de fecha 26 de agosto, presidido por D. Juan Jesús Ortega Navarro se suprime la plaza de archivero, a propuesta del concejal D. Eduardo Fernández Sánchez, con el fin de reducir los gastos municipales. El Secretario del Ayuntamiento recibe el encargo de desempeñar el trabajo del archivo, «formalizando inventario de la documentación, índices por ramos y servicios y documentación suelta de Secretaria, papeles y antecedentes que sean de estimar, usanza y utensilio de esta Casa Ayuntamiento y de la Consergeria pues se carece en ese Ayuntamiento de un documento tan formal como importante y que hecho así se da cuenta de este trabajo al Ayuntamiento por si se considera insuficiente su detalle y composición.»

Desconocemos si fue por esta carga adicional de trabajo, pero el 27 de enero de 1900, el Secretario del Ayuntamiento, D. Miguel García López, presentó su dimisión y fue admitida por el Consistorio que quedó «satisfecho del celo con que ha desempeñado dicho cargo y acordando también interin se provee dicha plaza nombrar Secretario interino al Oficial de esta Secretaria Don Manuel Carrasco Benitez al cual hará entrega el citado D. Miguel Garcia por medio de inventario del Archivo y documentación de Secretaria á su cargo desde que cesó el anterior Don Ricardo Guerrero Navarro».

El 17 de febrero de 1900 se nombra secretario y encargado del Archivo a D. Laureano Modesto Rodríguez Ciruela, con un sueldo de 2.500 pesetas anuales. Curiosamente, otro de los periodos en los que no hay libros de actas va desde primeros de julio de 1900 a mediados de agosto de 1904, tiempo de ejercicio de D. Laureano como secretario, pues fue cesado, por el Ayuntamiento que presidía D. Francisco Rodríguez Werner, el 25 de junio de 1904. Presentó recurso de alzada ante el Gobernador Civil, que fue desestimado.

Pasan los años y el Archivo sigue sin estar ordenado, como lo demuestra el acta del Pleno de 21 de enero de 1905, en el que «se acordó acceder á la petición hecha por el presente Secretario, de que se le amplíe en seis meses, el plazo que se le concedió en sesión de cuatro de Junio últimos para que organice el Archivo Municipal. Y en la sesión del 29 de julio de ese año, el Ayuntamiento que presidía D. José Aragón Parrado acordó acceder a la petición presentada por el Secretario de ampliar por otros seis meses el plazo fijado para la organización del Archivo Municipal. El Secretario era D. Francisco Núñez de Castro y Salcedo, que permaneció ejerciendo el cargo hasta primeros de 1911. En Pleno de fecha 30 de enero de 1911, el Consistorio acordó crear una Comisión para fiscalizar la Administración Municipal  y arbitrios dependientes de la misma y el 4 de febrero dimiten todos sus componentes, entre los cuales estaba D. Simón Fernández. A esas sesiones no asiste el Sr. Núñez de Castro, actuando como secretario D. Enrique Borrego. En el Pleno de 11 de febrero de 1911, el Consistorio acordó «ampliar la habilitación concedida al oficial segundo Don Eduardo Troyano Rodriguez para que continue actuando como tal Secretario accidental ínterin se restablece el Secretario ó se resuelve»; y tomó posesión como alcalde D. Manuel López Méndez, relevando a D. Francisco Rodríguez Werner.  El cambio produce también un relevo en Secretaría: D. Juan Estárico Figueroa, oficial mayor, sustituye a D. Eduardo Troyano como secretario; y se vuelve a nombrar una nueva Comisión fiscalizadora presidida por D. Simón Fernández que emite un  informe negativo sobre las cuentas municipales en el Pleno de 4 de marzo. En la sesión plenaria de 11 de marzo de 1911 se lee «un oficio del Secretario de este Ayuntamiento D. Francisco Núñez de Castro y Salcedo de veinte y siete de Febrero proximo pasado en el cual hace renuncia del expresado cargo por no convenirle continuar desempeñandolo, la Corporacion quedó enterada, acordó admitirla y que se le comunique».

D. Juan Estárico Figueroa ejerció como Secretario hasta mayo de 1918 en que, tras convocatoria pública de la plaza, fue sustituido por el concejal Antonio Ruiz Gil, volviendo a su puesto de oficial mayor.

Por la información recogida de las actas capitulares existentes cabría pensar, como primera hipótesis, que dado que el desorden del Archivo Municipal fue la tónica habitual en la segunda mitad del siglo XIX y primeros años del siglo XX,  no hubiese sido extraño que los archiveros hicieran tareas de limpieza y no se tuviese cuidado con la conservación de  parte de la documentación, sobre todo los legajos no encuadernados que contenían  las actas del Ayuntamiento del convulso periodo 1860-1886. (4) . Sin embargo, el Archivo Histórico Municipal de Estepona cuenta entre sus documentos con un Inventario general de toda la documentación que existía en el Ayuntamiento en 1911/1912 (Signatura C-03813-02-01), y en él aparece la relación de libros Capitulares archivados que comienza en 1800 y acaba en 1911 y solo faltaban los correspondientes a 1811, 1860 y 1864. El Inventario de 1911/12 echa por tierra esta primera hipótesis.

La segunda hipótesis

En acta de 18 de agosto de 1932 nos encontramos con que se dio lectura a un oficio del Juez de 1ª Instancia e Instrucción del partido ofreciendo al Ayuntamiento los procedimientos del sumario instruido en la causa contra el que fue alcalde de la Villa desde finales de 1928 a octubre de 1929, D. Juan Martín León. Se le acusaba de infidelidad en la custodia de documentos.  Los hechos que determinaron el enjuiciamiento fueron que, en 1930, el Consistorio encargó a los concejales  D. Antonio Vallejo Díaz y D. Francisco Estárico Asencio que realizasen una inspección administrativa y económica del Ayuntamiento e informasen de las irregularidades observadas en los ejercicios de 1927, 1928 y 1929.  Dichos concejales recogen en su informe:  «También se hace constar que según informes adquiridos, en el archivo municipal deben faltar infinidad de documentos y papeles que el Sr. Alcalde Juan Martin Leon ordenó fueran extraídos y quemados, sin duda para despejar el archivo, sin tener en cuenta que muchos de dichos documentos quemados podrían ser útiles».

Cabría la posibilidad de que los libros capitulares, desaparecidos después de 1911, estuviesen entre los papeles que ordenó extraer y quemar el alcalde D. Juan Martín, "para despejar el archivo". Pero no hay pruebas que lo demuestren.

Una tercera hipótesis con visos de ser cierta

La ausencia de las actas entre 1900 y 1904 parece tener un responsable claro: el secretario municipal de ese periodo, D. Laureano M. Rodríguez. No es mera coincidencia que falten todas las actas de su etapa como Secretario y más cuando no salió voluntariamente del Ayuntamiento.

Conclusión: La incógnita continúa...

Referencias:

(1) Dª Rosa Díaz, a través del arqueólogo municipal D. Ildefonso Navarro, ha donado al Ayuntamiento de Estepona archivos, documentos y material de todo tipo que fue recopilando D. Manuel Sánchez Bracho a lo largo de su vida. Curiosamente, en el lote ha aparecido el libro de actas capitulares de 1861.

(2) Viene a coincidir con el periodo de regencia de María Cristina. Recordemos que, en 1885, la viuda de Alfonso XII, María Cristina de Habsburgo-Lorena, asume la regencia. Rechazada al principio por ser extranjera, mantuvo un exquisito respeto a la Constitución y al sistema del turno bipartidista.

(3) Suponemos que por revolución se refiere a la Revolución Gloriosa o Septembrina de 1868, que fue una sublevación militar con elementos civiles que tuvo lugar en España en septiembre de 1868, la cual supuso el destronamiento y exilio de la reina Isabel II y el inicio del período denominado Sexenio Democrático (1868-1874). 

Más información en:

https://www.juntadeandalucia.es/averroes/centros-tic/11001762/helvia/sitio/upload/TEMA_6._EL_SEXENIO_DEMOCRATICO__18681874_.pdf.

 (4)  Los años que van desde 1860 a 1886 son convulsos porque, además de otras circunstancias nacionales e internacionales,  el gobierno de España sufre diversos cambios:

  • Los años de 1856 a 1868  constituyen un periodo de republicanismo. En 1856 se produce la derrota de progresistas y demócratas,  O'Donnell sucede a Espartero el 13 de julio y se disuelven la Milicia Nacional y las sociedades obreras. En octubre vuelve al poder Narváez y el 30 de junio de 1858 comienza el Gobierno de O'Donnell, que durará hasta 1863.  Y así sucesivamente, los cambios de poder, la alternancia del sistema bipartidista.
  • De 1868 a 1874 tenemos el Sexenio Democrático o Revolucionario. El 30 de septiembre de 1868 Isabel II es destronada. El 16 de noviembre de 1870 es elegido nuevo rey Amadeo I de Saboya instituyéndose una monarquía parlamentaria de 1871 a 1873. De febrero de 1873 a enero de 1874 se  instaura la I República.
  • En 1874 el general Serrano se hace con el poder y en 1875 se produce la Restauración de la Monarquía al proclamarse rey a Alfonso XII, que fallece el 25 de noviembre de 1885.
  • En 1886 comienza la regencia de María Cristina, como ya hemos comentado.
Fuentes:

  • Libros de actas capitulares. Archivo Histórico Municipal de Estepona (AHME) Signaturas: L-01072 a L-01102.
  • Inventario de la documentación municipal 1911/1912. AHME. Signatura: C-03813-02-01

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