Pinceladas familiares surgidas de una anécdota

Autores: Francisco Medina Infantes y Juan Ordoñez Bazán

En la historia de Estepona hay familias y personajes que destacan por algunos hechos concretos o por sus trayectorias personales. Como ejemplo podemos citar a:

D. Manuel Barot, D. Adolfo Chacón de la Mata, D. Adolfo Suárez de Figueroa y Ortega, D. Augusto Suárez de Figueroa y Ortega o D. Cristóbal Navarro y Díaz (1849-1921), abogado, diputado y propietario de una buena parte de los terrenos que constituyeron la controvertida herencia Nadal Guerrero.

La familia de la que vamos a hablar guarda relación con D. Cristóbal Navarro Díaz y con los Nadal Guerrero y nos ha aparecido tirando del hilo de una felicitación del Ayuntamiento a uno de sus miembros. 

Se trata de la familia Simón - Pou.

Pinceladas: Sanguijuelas

 El título puede conducir a engaño. 

Teniendo en cuenta que muchos de los artículos que publico tienen relación con la política y el Ayuntamiento, más de uno creerá que utilizo la palabra en su versión coloquial para referirme a personas que se aprovechan de otras, explotándolas totalmente o apoderándose de su dinero poco a poco (R.A.E.).  

¡Pues no van por ahí los tiros!. 

Aprovechamiento de los montes públicos por el Ayuntamiento de Estepona.Un caso de 1924.

 

Vista de la Costa desde Los Reales de Sierra Bermeja

INTRODUCCIÓN

La ordenación de los montes, y su aprovechamiento, ha variado a los largo de los años.

Durante la primera mitad del siglo XIX asistimos al proceso de organización de la estructura administrativa local. Con la Constitución de 1812, los municipios alcanzan una amplia autonomía, tutelada por las diputaciones provinciales, que se ve truncada durante el reinado de Fernando VII. Y es en 1845, con la Ley de 3 de enero, cuando se establece una normativa municipal en la que se le conceden importantes competencias a los ayuntamientos para la gestión de sus propios y comunes.

Durante todo este tiempo, se publican diversas disposiciones para reglamentar las actuaciones sobre los predios forestales, llegándose a que en 1844 los ayuntamientos necesitaban la autorización de los Jefes Políticos para la corta, poda, beneficio y uso de maderas y leñas y para cualquier aprovechamiento de los montes y bosques del común: pastoreo, esparto, madera, leña, etc.