A partir de 1907, se realizan varias campañas de reclutamiento de agricultores en España y Portugal, sobre todo en Castilla, Extremadura y Andalucía (Málaga y Granada principalmente), para trabajar la caña de azúcar en plantaciones hawaianas.
Con la falsa promesa de una mejora sustancial de sus condiciones de vida, a esos llamamientos respondieron unos 8.000 compatriotas españoles. Parte del contingente estuvo integrado por familias y ciudadanos de Estepona.
Por los registros de que se dispone, se calcula que de esta villa partieron más de 300 personas. Muchas de las familias participantes estuvieron íntimamente relacionadas entre sí, bien por parentesco, bien por matrimonios entre sus miembros. Un ejemplo de ello lo constituyen las familias Caravaca - Vázquez, Caravaca - Infante, Aguilar - de Hoyos y los hermanos Vílchez. Las dos primeras porque sus cabezas de familia eran primos; las otras por bodas entre miembros de ellas.
A bordo del S S. Willesden, en 1911, partió desde Gibraltar con destino a Hawái la familia Caravaca - Vázquez integrada por Benito Caravaca Navarro, de 40 años (nació el 6 de febrero de 1870); Isabel Vázquez López, hija de Juan y Catalina, de 37 (nació el 24 de agosto de 1873); y cuatro hijos: Manuel, de 13; Juan (John), de 11; Josefa (Josephine) de 6, Rafael de 3 y María de meses. La bebé falleció el 29/11/1911, durante la travesía, y su cadáver fue arrojado al mar. La persona de referencia en Estepona era el padre de Benito, Juan Caravaca.